Nuevo Amanecer

En cualquier momento que surge un reto nuevo e inesperado, tal vez reaccione inicialmente con preocupación y hasta con temor de enfrentar lo desconocido.

Sin embargo, me aquieto y oro. En contacto con la sabiduría del Espíritu, sé que ésta es otra oportunidad para descubrir lo que soy capaz de lograr. Y lo hago, al confiar en que Dios responde a toda pregunta en mi mente, a toda decisión del día.

Dios me recuerda tiernamente que hoy es un nuevo día, un nuevo amanecer de despertar a la innumerables bendiciones. El espíritu de Dios en mí me anima no sólo a perseverar, sino a recordar que nada es imposible para Él. Con este ánimo, vivo cada día con fe y esperanza.