Voluntad para triunfar

Voluntad para triunfar La necesita para resistirse a las deliciosas tentaciones que echan a perder su dieta, para no correr al estanco en medio de la fría noche a saciar tus ansias de tabaco, para no sustituir el gimnasio por el sofá, para no abandonar los libros dos semanas antes de los exámenes... La fuerza de voluntad es imprescindible para superar esos pequeños o grandes retos que programamos día a día. 

¿Qué es lo que hace que la fuerza de voluntad sea un valor tan deseado? De ella depende que nuestras hazañas lleguen a buen puerto.

- Está al alcance de cualquiera. Seguro que cuando fracasas en alguno de tus empeños te has escudado una y mil veces en la escasa fuerza de voluntad. Es la forma más sencilla de escabullirse de los compromisos. Pero... ¡no te engañes! Tú también puedes tener fuerza de voluntad; sólo necesitas... ¡fuerza de voluntad!

- Las ideas claras. La premisa imprescindible para lograr tus objetivos es que los definas de forma explícita. Si tienes las ideas muy claritas todo será más sencillo. De nada sirve que los demás intenten convencerte de que tienes que hacer esto o aquello. La decisión debe partir de ti.

- Tome la determinación absoluta. No te quedes a medias... Toma la firme determinación de no ceder a las continuas tentaciones que pretender llevarte hacia el fracaso.

- Busque la motivación. Realmente para reprimir todo aquello que te produce placer (la comida, el tabaco, el sofá...) necesitas una motivación muy firme. Seguro que existe: sólo tienes que buscarla. ¿Qué es lo que te impulsa hacia esa anhelada meta? ¿Cuáles son los motivos? Haz una lista de todo lo que te ha llevado a tomar la determinación de suprimir ciertos alimentos de tu dieta, abandonar el tabaco, hacer deporte...

- Piense en la recompensa. El camino es duro, pero el final del trayecto tiene un dulce sabor a éxito. Nadie dice que no sea duro ni sacrificado. La perseverancia te llevará hacia aquello que tanto deseas.

- Y si fracasa... No es extraordinario: muchas personas tienen pequeñas crisis en el camino. Mantener una férrea voluntad indefinidamente es casi imposible. Si, ocasionalmente, caes en la tentación que te aleja de tu meta (ya sabes: un bomboncito o una caladita) no te castigues brutalmente. Puedes corregir el error. Se trata de que vuelvas a poner todo tu empeño en conseguirlo.

 
Fuente : Mujerweb.com