El Carácter

Transformar la imagen de una personalidad emprendedora, llena de energía, de fuerza y vitalidad, a una forma de ser propia y natural. El ser personas de carácter hace que seamos únicos y que tengamos una forma de actuar sin dualismos ni igualdades ante los demás ni actuar por conveniencia, hoy en día la gente esta siempre sujeta al que dirán sin ser ellos mismos donde su manera de comportarse no es original.

El tener carácter implica una decisión firme y una férrea voluntad para proponernos objetivos y alcanzarlos en la medida de nuestras posibilidades, la actitud positiva hacia el trabajo y el esfuerzo por dominar a nuestros impulsos y al egoísmo.

Con cierta facilidad podríamos calificar si una persona tiene carácter o no, dependiendo de las actitudes que consideramos como positivas, o en su defecto, con falta de firmeza y según sea el caso. Esta valoración que hacemos de los demás, ¿la hacemos para nuestra persona sin tratar de engañarnos nosotros mismos?

En algunos momentos se ha malentendido el "tener carácter" como sinónimo de rudeza, prepotencia, altanería, u obstinación. Por otra parte se ha identificado la falta de carácter con las quejas continuas por todo lo que implica a nuestro modo de ver lo que nos tiene a disgusto donde la mayoría callan por lo general de todo aquello que de alguna manera les incomoda.

Una persona con carácter tiene retos constantes, no contra los demás, sino para consigo mismo. Cada reto personal es una manera de forjar un carácter recio, firme y decidido, incapaz de lamentarse por el cansancio o cuando las cosas salen mal.

El tener carácter implica ser personas con proyección a ir más allá de lo que se quiere lograr, sin llegar a ser prepotentes sino ser personas capaces de enfrentar y decir las cosas en el momento indicado. Lo propio es asumir responsabilidad en cualquier caso, lo que nos lleva evitar mentir o dar pretextos y justificaciones cuando cometemos un error por negligencia.

De alguna forma todo aquello que tenemos en nuestro interior, lo manifestamos muchas veces sin darnos cuenta: los días pasarán lentamente si continuamente estamos pensando en que llegue el fin de semana para liberarnos, y así dedicarnos a descansar, ponernos cómodos y divertirnos, en pocas palabras: pereza.

Para formar el carácter es necesario tener dominio sobre nuestra persona, mediante continuas acciones que hagan más fuerte nuestra voluntad:

Hacer pequeños esfuerzos que nos ayuden a dominar nuestros gustos y caprichos. Como levantarse 10 minutos antes de lo normal, comer un poco menos de aquello que más nos gusta, ver menos tiempo la televisión o en su defecto ver el noticiero completo. Hablar bien de las personas, siempre.
    
Llegar al trabajo o a la casa con una sonrisa. Saludar con educación y cortesía a todas las personas. Aprender a escuchar y considerar las opiniones y consejos que nos dan. Pedir perdón si ofendimos o hicimos pasar un mal momento a alguien por nuestro mal humor.
 
Proponerse varios retos personales: como trabajar mejor, aprender algo nuevo, mejorar nuestro trato hacia los demás, etc.

La persona que verdaderamente tiene carácter no ve obstáculos, sino retos; domina sus impulsos para ser dueño de su voluntad: conserva amistades y relaciones por los valores que transmite; encuentra alegría en lo que hace, sin conformarse con ser feliz a través de los placeres pasajeros, la persona con carácter es una persona que afirma sus criterios y los hace valer sin miedos siempre con sutileza y respeto.

Fuente : Encuentra