30 de Abril del 2012 - Lunes

Espera lo mejor

Dios es mi compañero y mi guía todo el tiempo y en todo lugar.

Quizás tenga algunas expectativas acerca de mis finanzas o metas futuras, pero no pongo límites al bien que espero. Mis expectativas son altas y mi visión es suficientemente amplia para incluir un mundo de posibilidades ilimitadas. Tengo fe en Dios, mi compañero y guía constante.

Un cambio inesperado —o hasta uno esperado— puede parecer como lo último que hubiera deseado experimentar; mas con el tiempo, su valor se hace evidente. Mi vida se desenvuelve en orden divino.

Al permanecer en paz con lo que es y prestar atención a la guía divina, avanzo a nuevas experiencias con gracia y facilidad. Coopero con mi espíritu y espero sólo lo mejor de este viaje divino.

Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco, y me siguen.—Juan 10:27