8 de Mayo del 2012 - Martes

Gracia

Sano por medio de la gracia divina.

Comienzo este día reconociendo que la gracia de Dios es mi ayuda en toda necesidad. No le temo a lo que el día pueda traer; por el contrario, bendigo lo que tengo ante mí y doy gracias.

El espíritu de Dios —el espíritu de gracia infinita— está en mí. Todo lo que necesito para tener un día rico y placentero está disponible para mí ahora.

La gracia amorosa de Dios me brinda fortaleza, sabiduría y prosperidad. Estos regalos divinos moran en mí. Al sentir agradecimiento por la gracia de Dios, la acepto gozosamente, sabiendo que mi vida se enriquece y se hace más plena. Permito que mi luz resplandezca con el amor y la gracia de Dios, y todas las cosas buenas se hacen posibles.

De su plenitud recibimos todos, y gracia sobre gracia.—Juan 1:16