6 de abril del 2012 - Viernes

Viernes Santo

Me paro firme en mi fe. El bien prevalecerá.

Al contemplar la vida y las enseñanzas de Jesús, me doy cuenta de que el énfasis debe estar en la victoria y no en el pesar, en el triunfo de Jesús por sobre la muerte. Con fe, Jesús probó que mientras las apariencias son transitorias y las condiciones cambiantes, el amor, la vida y el poder de Dios son inmutables e invencibles.

Si el bien en mi vida parece difícil de lograr, centro mi atención en la Verdad. Yo también soy una creación de Dios y yo tampoco caeré vencido. Dios está conmigo y el bien obra en mi vida. Las nubes parecen ser oscuras por un tiempo, quizás sienta que he perdido el rumbo, pero al pararme firme en mi fe, la luz disipa la oscuridad y soy elevado.

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.—1 Juan 5:4