19 de Mayo del 2012 - Sabado

Dejar ir

Dejo ir las preocupaciones y dejo que Dios sea Dios en mi vida.

Los jardineros saben que la luz del sol y un suelo fértil son condiciones que toda planta necesita para prosperar. El trabajo de un jardinero comienza con el diseño del jardín, luego prepara el suelo y siembra las semillas. Es necesario regar, desyerbar y podar la cosecha. Un jardín requiere de la preparación apropiada y el cuidado continuo.

Los deseos de mi corazón son como semillas. Ellos responden a la planificación y al cuidado, y se manifiestan a su debido tiempo. Así como un jardinero sabe que no debe perturbar las semillas en proceso de germinación, aprendo a ser paciente y a no preocuparme a medida que mi vida se desenvuelve. Confío en Dios y sé que mis deseos darán fruto a su debido tiempo.

El corazón del hombre se propone un camino, pero Jehová endereza sus pasos.—Proverbios 16:9