02 de Julio de 2017- Domingo

Al acudir a la Fuente divina recibo consuelo.

Consuelo
Si he perdido a un ser querido, encuentro consuelo en el amor del Espíritu. Su amor puede presentarse en la forma de un amigo, un familiar, una mascota o hasta un extraño compasivo. Dios se expresa a través de nosotros como empatía y confraternidad.

Si me siento triste, puedo hallar consuelo mediante un abrazo, gracias a alguien que está dispuesto a escucharme o simplemente pasando tiempo en compañía de otra persona. No vacilo en pedirle a mi Fuente el consuelo que deseo. Abro mi corazón para recibir el regalo del amor divino y este llega a mí a través de un sinnúmero de circunstancias. Gracias, Dios, por darme el consuelo que necesito. Lo recibo con un corazón lleno de amor y gratitud.

Salmo 71:21
Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme