18 de Julio de 2017- Martes

Dios es mi fortaleza y vitalidad. Yo soy sano.

Curación
Al dirigirme a mi centro interno de fortaleza, activo el fluir sanador y dador de vida de Dios. Siento cómo la presencia de Dios sustenta, restaura y aviva cada célula de mi cuerpo. Tengo presente las palabras de Myrtle Fillmore: “Dios es el centro en nosotros que libera y sana”.

Cada célula obra en armonía perfecta, estableciendo una red de fortaleza y vitalidad. Sobre esta estructura llena del poder de la fe, mi estado natural de salud es restaurado.

Mi mente se llena de pensamientos edificantes, mis emociones se elevan con energía revitalizadora y mi cuerpo establece la perfección divina de vida sonadora. Mi curación se lleva a cabo desde lo interno hacia lo externo. Dios es mi fortaleza y vitalidad. Yo soy sano.

Isaías 58:8
Tu luz brillará como el alba, y muy pronto tus heridas sanarán. (