21 de Agosto de 2017- Lunes

La paz mora en el silencio de mi alma.

Paz interna
Soy un ser apacible. La paz es mi verdadera naturaleza. Mi alma gravita naturalmente hacia la gente, los lugares y las experiencias serenas. Existen sonidos e imágenes que avivan la paz en mi corazón. Un arroyo, una brisa que mueve las hojas de los árboles, una fogata o la luz titilante de una vela me brindan solaz. Estos sucesos externos ayudan a sosegar mi mente y mis emociones y me ayudan a estar en contacto con mi paz interna.

Cuando necesite serenidad y quietud, inicialmente puedo recordar una de estas experiencias sensoriales para fomentar mi paz. Pero más que nada, paso tiempo callado en el lugar secreto del Altísimo, prestando atención y meditando. Yo soy una presencia de paz.

Filipenses 4:7
Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.