En vez de esperar por una fecha específica para expresar gratitud, hago una pausa hoy para reflexionar acerca de mis bendiciones con profundo agradecimiento.

Un bello amanecer es un recordatorio de que la esencia de la vida divina en mí también me rodea, y sé que soy bendecido. Comparto mis talentos y dones con otros y sé que soy bendecido. Me reúno y disfruto con amigos, sonrío a los extraños, ayudo a alguien cuando es necesario. Sustento mi cuerpo-templo con alimentos saludables y pensamientos positivos, y con cada aliento sé que soy bendecido.

Consciente de los regalos que he recibido, anticipo el bien abundante que continuará fluyendo día tras día.  Soy bendecido más allá de toda medida!

Salmo 21:6 Lo has bendecido para siempre; con tu presencia lo has llenado de alegría