27 de Septiembre de 2017- Miercoles

LA LUZ DE DIOS ILUMINA MI DÍA.

Un amanecer glorioso evoca gratitud y gozo. Con cada nuevo día, me conecto mentalmente con Dios y con mi Luz interna. Recuerdo la Verdad que ya sé: ¡gracias a la luz divina, puedo lograr cualquier objetivo!

El optimismo reina y veo cada nueva idea con entusiasmo y cualquier obstáculo aparente con confianza. Cuando necesito tomar decisiones, me dirijo a mi interior por inspiración, alternativas y posibilidades.

Como el sol naciente, la luz de Dios ilumina mi visión, recordándome que tengo el poder en mí para llevar la vida que deseo. Veo cada día como una nueva oportunidad de expresar más plenamente mi potencial divino y experimentar mi bien.

Marcos 10:27 Jesús los miró fijamente y les dijo: “Esto es imposible para los hombres, pero no para Dios. Porque para Dios todo es posible”.