29 de Septiembre de 2017- Viernes

CUANDO ORO POR OTROS, VISUALIZO QUE SU LUZ DIVINA RESPLANDECE.

Mis seres queridos pueden estar físicamente lejos, mas siempre están en mi corazón. Cuando oro por ellos, no lo hago con preocupación. Por el contrario, comienzo mi oración reconociendo que la presencia crística en ellos es mayor que cualquier desafío. A pesar de la distancia, somos uno en la presencia de Dios. Veo a mis seres queridos en la Verdad de quienes son.

Si enfrentan dificultades, oro para que permanezcan abiertos a la presencia de la vida divina en ellos, la cual los fortalece y los guía. Dondequiera que estén, cada alma acepta el fluir de la divinidad —y es una con la presencia y el amor de Dios y una conmigo en Espíritu. Afirmo esta Verdad cuando oro.

—Hechos 17:28  Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos. Ya algunos poetas entre ustedes lo han dicho: “Porque somos linaje suyo”.