15 de Octubre de 2017- Domingo

Edifico mi vida en el cimiento firme de la oración.

Cimientos
Los cimientos proveen una base sólida para construir una casa sobre ellos. Una vez completada, la casa provee abrigo y seguridad para sus habitantes.

El espíritu morador es el cimiento de mi vida y de mi ser. Cada instante que paso consciente de Dios, en momentos callados de oración, erige y fortalece mi carácter espiritual.

Expreso el espíritu divino y edifico mi casa –mi carácter espiritual– con una fe inmutable y un gozo ilimitado.

Mi relación personal con Dios es mi cimiento. Edifico una vida de paz y orden. Al mantener esta verdad en mi corazón, sé con certeza que puedo hacer todas las cosas y expreso mi naturaleza verdadera de luz, vida y amor.

Mateo 7:24
A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.