Edifico mi vida en el cimiento firme de la oración.
Cimientos
Los cimientos proveen una base sólida para construir una casa sobre ellos. Una vez completada, la casa provee abrigo y seguridad para sus habitantes.
El espíritu morador es el cimiento de mi vida y de mi ser. Cada instante que paso consciente de Dios, en momentos callados de oración, erige y fortalece mi carácter espiritual.
Expreso el espíritu divino y edifico mi casa –mi carácter espiritual– con una fe inmutable y un gozo ilimitado.
Mi relación personal con Dios es mi cimiento. Edifico una vida de paz y orden. Al mantener esta verdad en mi corazón, sé con certeza que puedo hacer todas las cosas y expreso mi naturaleza verdadera de luz, vida y amor.
Mateo 7:24
A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.