01 de Noviembre de 2017 - Miércoles

INHALO VIDA DE DIOS Y EXHALO PAZ.

Mi aliento es mi vínculo con Dios, una actividad de la vida DE Dios en mí. Con cada inspiración inhalo la vida de Dios. Mis pulmones se expanden y mi corazón circula la renovadora vida de Dios

La respiración es una actividad natural de mi cuerpo, mas si enfrento una situación estresante, mi respiración y el latido de mi corazón se aceleran. Contrarresto esta reacción recordando respirar conscientemente.

El latido de mi corazón se aminora, mi mente se sosiega y mi cuerpo suelta la tensión. Inhalo vida de Dios y exhalo paz . Mantengo la atención en la respiración y me doy el tiempo que necesito para conectarme con el Cristo de mi ser. Gracias a ello, reacciono positivamente y respondo a todo partiendo de un lugar de paz.

Salmo 150:6 ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!