24 de Noviembre de 2017- Viernes

MANTENER MI ATENCIÓN EN DIOS ME PROTEGE.

Soy el director de mis pensamientos. El Espíritu de Dios  me recuerda que tengo la habilidad para enfocar mi atención en la Verdad —a la cual tengo acceso gracias a mi vínculo con Dios. Esta Verdad me protege del temor y de la infelicidad.

A medida que centro mi atención en el amor perfecto de Dios por mí, cualquier sentido de estar solo o de no ser digno de ser amado es erradicado. No puedo estar perdido ni sin guía porque Dios está presente en todas partes y en todo momento. Mantener mi enfoque en el poder infinito y eterno de lo Divino me protege del temor generado por creer que alguna persona o circunstancia en el mundo tiene mayor poder que Dios. Al conservar mi atención en el Espíritu de Dios siento paz.

Salmo 16:11 Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría.