8 de Junio del 2012 - Viernes

Dejar ir

Descanso en la presencia de Dios.

El primer paso para dejar que Dios dirija mi vida es soltar las preocupaciones, inquietudes y frustraciones. Dejo ir todo aquello que me inquieta, lo que consume mis pensamientos y agota mi energía.

Al dejar ir la tensión y permitir que mi cuerpo y mente descansen, siento como que si me quitaran un peso de los hombros. Dejo ir tiernamente cualquier preocupación y hago espacio para el libre fluir de Dios en mi vida.

Enfoco mis pensamientos en Dios y en el santuario de esperanza, paz, poder y potencial en mí. Puedo acudir a este santuario bendito al quitar las barreras, al remover todo aquello que no fomente un sentido de paz en mí. Al dejar ir, descanso plenamente en la presencia de Dios.

Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.—Mateo 6:33