15 de Agosto de 2018 - Miércoles

Abundancia
UNA CONCIENCIA DEL ESPÍRITU ES LA VERDADERA FUENTE DE MI BIEN.

Vivo en un universo copioso donde abunda todo tipo de bien. Sin embargo, la fuente máxima de mi bien nunca es un trabajo en particular, una cuenta de banco ni una persona. Esos son simplemente canales por medio de los cuales mi prosperidad puede fluir.

Cuando enfoco mi atención en los canales en vez de en la fuente, reduzco mi capacidad para recibir las expresiones abundantes y diversas de la vida. En vez de ello, confío en el Espíritu como la única fuente de mi bien. Reconozco que tengo una provisión ilimitada. Una conciencia del Espíritu es mi provisión constante. Con mi atención centrada en Dios, no experimento escasez. Recibo inspiración gracias a las ideas divinas. Y, al actuar según ellas, disfruto de la riqueza eterna y universal del Espíritu.

Deuteronomio 28:12 El Señor te abrirá su tesoro de bondad.