30 de Septiembre de 2018- Domingo

El trabajo, juego, descanso y la oración están en balance en mi vida.

Equilibrio
Crear una nueva dimensión de conciencia, a la cual Jesús llamó el reino de los cielos, es mi propósito. Lograr esa meta requiere tiempo y dedicación, y hago lo que he de hacer con gratitud y aprecio. El descanso y la oración son elementos igualmente vitales para mi bienestar espiritual.Mi mente mortal tiende a poner demasiado énfasis en los retos, a expensas de la luz y el amor que llenan hasta los días más lúgubres. De manera que entrego mi mente humana a la mente infinita del Espíritu, la cual sabe qué debo hacer y cuándo hacerlo.Cada uno de mis días está perfectamente balanceado con momentos gratificantes de trabajo, descanso y oración.

Eclesiastés 3:10-11
En su momento, Dios todo lo hizo hermoso, y puso en el corazón de los mortales la noción de la eternidad.