05 de Abril de 2019 - Viernes

EN LA LUZ Y EL AMOR DIVINOS, ESTOY RECEPTIVO A POSIBILIDADES MARAVILLOSAS.

Jesús dijo: “Yo no puedo hacer nada por mí mismo”. Eso es cierto para mí también. Todo lo que hago, lo hago partiendo del poder y la autoridad del Cristo morador. Confío en los principios divinos y los aplico a toda situación.

Al invocar el poder del amor divino, respondo a toda discordia con acciones y pensamientos armoniosos. Afirmo salud a medida que enfoco mi atención en la vida divina en un ser querido. Sé que la luz de Dios resplandece en mí cuando busco guía para reconocer el camino que es correcto para mí.

Puedo hacer todo lo que me proponga gracias al poder del Cristo morador. Esta verdad me brinda paz. Cuando tengo presente que no estoy solo en ningún momento y que el Espíritu divino dirige cada uno de mis pasos —cada uno de mis esfuerzos— no siento estrés ni preocupación.

Jua. 5:30 Yo no puedo hacer nada por mí mismo.