03 de Enero de 2023-Martes

Hoy

El amor de Dios me rodea y se expresa de maneras obvias y sutiles. Al hacer a un lado las cargas de ayer y cualquier preocupación acerca de mañana, pongo toda mi atención en el hoy. Aprecio cada momento y cada persona con quien me encuentro. Me dirijo a la presencia amorosa de Dios, bien sea que esté solo en el silencio o inmerso en la rutina y las ocupaciones del día. Siento la presencia en el ritmo de mi respiración y en las sonrisas de las personas. Percibo a Dios cuando ayudo a un compañero de trabajo o cuando recibo un cumplido. Dejo de revivir el pasado o planificar el futuro, mi corazón se regocija en las maravillas del presente, este día especial y preciado que el Señor ha creado.

Salmo 118:24
Este es el día que el Señor ha hecho; y en él nos alegraremos y regocijaremos.