Puede que vea la vida de otra persona y cuestione si eso es lo que deseo para mí. Mas al observar mi situación bajo la luz de la comprensión, veo cómo el Espíritu ha personalizado la historia de mi vida —haciéndola exclusivamente mía.

Elijo ver cualquier reto partiendo de esta conciencia. Puedo encontrar el espíritu renovador y dador de vida en cada aspecto de mi vida. Dios obra por medio de mí. Respiro profundamente, me centro en lo más íntimo de mi ser, y experimento paz. Yo soy una luz que resplandece con el fulgor del Omnisciente, quien siempre está conmigo, siempre presente, siempre amoroso. Me reconozco y reconozco a los demás como los seres espirituales que somos. La paz divina resplandece desde mi corazón.