Incontinencia urinaria

Incontinencia urinaria Afecta a millones de personas en todo el mundo, sobre todo mujeres. Es un problema incómodo, que suele ocultarse y que puede llegar incluso a deteriorar las relaciones afectivas y sociales de quien lo padece. Pero existen soluciones para tratarlo.

La incontinencia urinaria afecta sobre todo a las mujeres mayores, pero también a algunas tras dar a luz. Si padece este problema no lo vea como una tragedia, existen muchas posibilidades terapéuticas para tratarlo y no necesariamente quirúrgicas.

¿Qué es?

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina debido a un desequilibrio entre los músculos del bajo vientre (suelo pélvico) y la uretra. Puede ocurrir tanto en reposo como durante el esfuerzo.

En reposo suele ser debido a una vejiga hipertónica que se contrae constantemente aunque no esté llena. Le ocurre sobre todo a mujeres jóvenes, nerviosas, emotivas, por frío, etc.

Durante el esfuerzo es debida a una falta de sostén en la base de la vejiga. Tiene lugar cuando se realiza un esfuerzo, un acceso de tos o de risa, un cambio de posición, al coger peso... todo lo que entraña un aumento de la presión abdominal.

Tratamiento médico

Los medicamentos utilizados para la incontinencia urinaria son esencialmente las hormonas, que inhiben el sistema parasimpático, y los antiespasmódicos. El aporte de estrógenos en la mujer menopáusica mejora la situación de la vejiga.

Algunos de estos medicamentos tienen molestos efectos secundarios: sequedad de ojos y piel, estreñimiento, náuseas, dolor de cabeza, aceleración del ritmo cardíaco. Los antiespasmódicos son menos eficaces pero tienen menos efectos secundarios y se usan en caso de intolerancia a los anteriores

Reeducación perineal

Es el complemento indispensable del tratamiento médico. Hay dos métodos: los comportamentales y los funcionales.

Los primeros tratan de modificar los hábitos de beber y de micción. Por una parte, se limita la cantidad de líquidos (café, té, vino) y de otra se establece un calendario miccional donde se anota la hora de cada micción, su volumen y las fugas eventuales para modificar la micción e incluso planificarla.

Los métodos funcionales utilizan varias técnicas:

- ejercicios de contracción voluntario de los músculos pélvicos
- electroestimulación funcional hecha por un kinesiterapeuta especializado
- el retro-control, basado en el principio de retroacción del organismo frente a una estimulación. Se introduce un monitor en la vagina para observar los errores de la contracción de la vejiga
- técnicas de relajación en las mujeres muy emotivas o estresadas permite una toma de conciencia del esquema corporal y aumenta la percepción sensorial, facilitando el control de las ganas de orinar.

Posibilidades quirúrgicas

La cirugía puede ser necesaria en caso de fracaso de la reeducación perineal y el tratamiento médico. La elección de la técnica quirúrgica dependerá del diagnóstico del especialista, pero será la mujer quien decida si las molestias son tantas como para llegar a esa solución, no siempre definitiva.
 
Fuente : Saludmania