Dispaurenia

dispaurenia femeninaNo es algo que las mujeres comenten en voz alta, pero lo cierto es que un porcentaje sorprendente de mujeres sufren físicamente durante el acto sexual. La buena noticia es que la dispareunia (como se llama este trastorno), tiene tratamiento en la mayoría de los casos.

 

Las estadísticas dicen que muchas mujeres tienen relaciones sexuales dolorosas en algún momento de su vida.

Lo malo es que algunas sienten dolor cada vez que realizan el acto sexual. Incluso hay una minoría que sufre tanto, que ni siquiera es capaz de usar tampones.

En pleno siglo XXI, y dadas las posibilidades de tratamiento, es irracional que continúe ese sufrimiento. Sobre todo porque no sólo afecta al bienestar físico, sino a la relación de pareja y a la propia autoestima.

¿Por qué se produce la dispareunia?

- Lubricación inadecuada. Es la causa más frecuente del dolor durante la relación sexual. En muchos casos, el problema se soluciona prolongando el periodo de excitación previo al coito.

Sin embargo, puede ocurrir que, sencillamente, una mujer no produzca la lubricación suficiente para una penetración satisfactoria.

En mujeres de mediana edad, los cambios hormonales de la menopausia pueden dar lugar a vaginitis atrófica (adelgazamiento de la pared vaginal), otra causa de lubricación inadecuada y, como consecuencia, de dispareunia. Además, los niveles de substancias lubricantes disminuyen con la edad.

La sequedad vaginal puede ser también un efecto secundario de ciertos medicamentos, como el fármaco anticanceroso tamoxifeno. Igualmente, las madres lactantes pueden experimentar sequedad vaginal como consecuencia de los cambios hormonales asociados de la lactancia.

- Irritación o inflamación de la zona vaginal. Son varias las causas de este problema como las enfermedades de la piel, vestibulitis vulvar (inflamación en la entrada de la vagina), problemas alérgicos producidos por la ropa interior, espermicidas, jabones....

- Infección. Algunas infecciones (por hongos, infecciones del tracto urinario, enfermedades de transmisión sexual) pueden provocar dispareunia. En la mayoría de los casos, también suelen estar presentes otros síntomas, como sensación de quemazón al orinar, descarga vaginal (flujo)...

- Endometriosis. Es un trastorno en el cual fragmentos de la pared del útero migran a la cavidad abdominal, lo que puede provocar dolores pélvicos y dispareunia.

- Abusos y traumas sexuales. Un historial de abusos y traumas sexuales es a menudo es causa de dispareunia. En algunos casos, el problema incluye vaginismo, trastorno en el que se producen intensos espasmos durante el coito. Si ese es su caso, es importante que comprenda que esta situación es consecuencia de un intento de su organismo para protegerse de posibles daños.

Síntomas

Cuando la lubricación vaginal no es la adecuada, la penetración se acompaña de una sensación de sequedad y de fricción. Si continuara la fricción peneal, esa lubricación acabaría produciéndose, pero como la pared vaginal está ya irritada, hay pocas probabilidades de que el acto sexual sea placentero. Y la sensación de dolor puede prolongarse durante horas y hasta días.

Las mujeres que tienen infecciones vaginales debidas a hongos o padecen lesiones por verrugas o herpes sienten dolor durante el contacto sexual. Si son los genitales exteriores los afectados, el dolor puede ser superficial, pero si el cuello está inflamado, la penetración es dolorosa.

Las infecciones urinarias provocan malestar continuo, y el problema empeora con la relación sexual, debido a la proximidad de la vagina con la vejiga.

Problemas de piel que cursan con sequedad, grietas, irritación, cicatrices, pueden también ser causa de problemas y dolor.

La vestibulitis vulvar provoca dolor en la zona que rodea la abertura vaginal. Si no se trata, los síntomas pueden prolongarse durante años.

La endometriosis también puede producir síntomas de larga duración. El dolor pélvico es a menudo constante, incluso dura días seguidos, y la relación sexual lo empeora.

Diagnóstico

Si siente dolor durante las relaciones sexuales es muy importante que hable con su médico o con su ginecólogo. Sobre todo, porque hay muchos tratamientos disponibles. Él puede ayudarle a describir los síntomas y a identificar la causa del malestar.

La localización del dolor es clave para conocer la causa de los síntomas. El dolor superficial puede ser consecuencia de una infección o una alergia; el dolor profundo puede ser consecuencia de falta de lubricación, infección cervical o de un historial de abusos sexuales.

Los síntomas duraderos sugieren un problema crónico, como lubricación natural insuficiente o problemas psicológicos derivados de abusos o traumas sexuales. Los síntomas agudos, que pueden durar días o semanas, son más atribuibles a causas físicas, como infecciones, enfermedades o efectos secundarios de medicaciones.

Si usted tiene menstruaciones irregulares, sofocos, sequedad vaginal, estos síntomas sugieren que puede tener vaginitis atrófica, relacionada con los cambios hormonales asociados a la menopausia.

El ginecólogo llevará a cabo un examen físico, incluido un examen pélvico, para ayudar a determinar la causa de los síntomas. Comprobará si hay sequedad vaginal, inflamación, infección, cicatrices, masas pélvicas anormales o dolor.

Tratamiento

El tratamiento supone tratar la causa que provoca el dolor o malestar.

- Por ejemplo, un lubricante vaginal de venta sin receta puede ser muy útil si la causa de la dispareunia es la sequedad vaginal.

- Un fármaco antibiótico, antifúngico o antivírico pueden aliviar los casos de dispareunias derivadas de infecciones bacterianas, por hongos o por virus.

- Las cremas de cortisona pueden ser útiles cuando existe un problema dermatológico.

- La vaginitis atrófica mejora con la terapia de estrógenos.

- La endometriosis puede tratarse con terapia hormonal o con cirugía.

- La vestibulitis vulvar puede ser más difícil de tratar, pero a menudo mejora con cremas de estrógenos, medicamentos para el dolor en dosis bajas y terapia física con biofeedback, (para reducir la tensión muscular en el suelo pélvico).