La importancia de la risa

La importancia de la risa   La risa es una de las mejores medicinas naturales que existen. Buscar el lado positivo de las cosas, por duras que sean, ayuda a superar los problemas e incluso las enfermedades. Reír alivia la tristeza, lo hace sentirse más guapo y protege su corazón de enfermedades y mal de amores. De hecho, existen cursos de ‘risoterapia’ para superar problemas psicológicos o combatir el estrés.

El sentido del humor es un mecanismo psicológico muy sofisticado que permite aumentar la eficacia con la que nos enfrentamos a las situaciones. Una sonrisa o una carcajada le quitan dramatismo a cualquier situación.

Saber reírse cambia la percepción que los demás tienen de ti: una persona que tiene buen humor nunca es gris, aburrida, seria ni monótona. La risa te hace natural, atractiva, te embellece e ilumina tu cara. Y si quieres que alguien deje de estar triste, ríe. La risa es una de las cosas más contagiosas.

No se trata de estar contando chistes todo el día o soltar una carcajada a la mínima, sino de empezar por sonreír más a menudo y buscarle el lado gracioso a cualquier situación (sea prudente al aplicar estas normas en el trabajo, tal vez su jefe no tenga tanto sentido del humor como usted).

Reirse protege el corazón

Está demostrado que las personas que se ríen habitualmente tienen menos posibilidades de padecer una enfermedad coronaria... y de sufrir del corazón. Si te lo han roto, ríete de la situación, el mal de amores te durará mucho menos.

Todos sabemos que reírse es algo agradable y que nos hace sentir bien pero, además, actúa como una auténtica medicina sobre nuestro organismo:

- Mejora la circulación, aumenta la capacidad pulmonar, se eliminan toxinas, mejora el funcionamiento del sistema inmunológico y tiene un efecto similar al de un masaje vibratorio.

- Despierta su mente: saber buscarle el lado positivo a las cosas desestresa, potencia la capacidad creadora, proporciona agilidad mental y le ayuda a los solucionar problemas más rápido.

- Reír nos hace ser más optimistas y abiertos. Nos permite superar temores, situaciones incómodas y le hace mucho bien a nuestra autoestima, creando lazos de complicidad especiales con quienes se ríen con nosotros.

- Mejora sus relaciones sociales: una persona que ríe es mucho más atractiva y hace que los demás quieran estar cerca de ella para contagiarse de su optimismo.

¿ Reírse cura ?

Los expertos constatan que la risa tiene algo más que un efecto placentero sobre las personas: puede ayudarlas a superar enfermedades muy duras. Un ánimo positivo es el mejor aliado de la medicina. Muchos estudios han demostrado que los enfermos de cáncer que se ríen habitualmente y mantienen su buen humor, también tienen un sistema inmunológico más fuerte. Efectivamente, la psiconeuroinmunología ha demostrado que neuronas y linfocitos se comunican entre sí para defender al cuerpo de ataques externos.

Según los especialistas, tener buen humor bloquea de manera natural muchos elementos dañinos para nuestro organismo y nuestra mente. Si te ríes mucho estarás reduciendo la presión sanguínea y los niveles de hormonas que generan estrés y que debilitan el sistema inmunológico. La risa es un potente estimulante de los sistemas cardiovascular y nervioso, mejora la circulación y el intercambio de oxígeno.

Si tiene algún dolor, aunque le cueste, tómeselo a risa, segregará endorfinas, que actúan como un analgésico. Estar de buen humor le hará desviar su atención y le permitirá relajar los músculos y disminuir la tensión, lo que calmará mucho el dolor.

Si sufre problemas de ansiedad, ya puede empezar a reírse de todo, empezando por sí mismo, ya que se defenderá de ésta y del estrés.

El mejor antídoto contra el estrés

Reír es el mejor antídoto natural contra el estrés. Disipa las tensiones y además nos ayuda a combatir la falta de autoestima y a quitarnos inseguridades de encima.

Esta acción terapéutica de la risa se debe principalmente a las endorfinas que se segregan cuando nos desahogamos a mandíbula batiente. Las endorfinas son unas sustancias producidas por el cerebro que provocan sensación de satisfacción y bienestar (también se segregan al hacer ejercicio).

Si está triste, decaído o muy estresado, ha intentado todo y nada le funciona, pruebe con un curso de risoterapia, tal vez el problema es que se le haya olvidado cómo reír o crea que no tiene motivos para hacerlo. Que su ‘medicación’ semanal obligatoria sea irse a ver una película de risa o reunirse con sus amigos para contar anécdotas, chistes y pasar un buen rato.