Insatisfacción crónica

insatisfaccion cronicaAquellos que nunca están contentos con lo que tienen pueden convertirse en insatisfechos crónicos. Algunos consejos u pautas ayudarán para descubrir las claves de la satisfacción.

El afán de superación es inherente a la naturaleza humana. Todas las personas necesitan enfrentarse a retos, alcanzar los objetivos que se han fijado y saberse apreciadas y valoradas por los demás. Ello constituye una parte importante de la propia estima y satisfacción personal.

Sin embargo existe una delicada línea divisoria entre esta conciencia de que uno puede mejorar y la ambición desmedida por conseguir poder, riquezas, dignidades o fama que deriva en insatisfacción crónica.

"Soy suficiente como soy"

Esta frase deja entrever a alguien que se siente satisfecho de sí mismo y feliz con aquello que es o cree ser. ¿Se trata de una persona feliz o conformada? Probablemente de las dos cosas a la vez; la primera porque parece alguien capaz de disfrutar de sus logros y de vivir el presente con intensidad, la segunda porque tal vez ello no le impida saber que no es perfecto y que no puede conseguirlo todo.

A pesar de ello, es posible que nuestro personaje se permita dar lo mejor de sí mismo sin dejar de tener en cuenta sus propias limitaciones. Hay personas, sin embargo, para las que esta frase no deja de ser un ideal inalcanzable más, porque ellas no acaban de sentirse satisfechas con nada. Por más que alcancen las metas que se habían propuesto, nunca parecen tener bastante.

Es como si no pudiesen saborear la alegría del éxito porque siempre les falta algo y porque, a pesar del logro, siguen pensando en el camino que les queda por recorrer más que en lo andado. Suelen fijarse objetivos muy altos y, con frecuencia, les cuesta poner límites a sus aspiraciones y aceptar, que a menudo, la realidad impone sus propias leyes.

Las claves de la satisfacción

La razón por la que unas personas acaban sintiéndose felices con lo que tienen y otras se lanzan a una carrera sin fin hacia quién sabe qué altas metas, perdiendo, con ello, la capacidad de disfrute y satisfacción personal, no resulta fácil de descubrir. Una de las claves, no obstante, estriba en el hecho de que las propias aspiraciones deben medirse con criterios de realidad y que, tarde o temprano, todos debemos aceptar las propias limitaciones.

Otro aspecto se relaciona con la evidencia de que todos los seres humanos tenemos unas necesidades que cubrir y, en ocasiones, buscamos satisfacerlas de forma equivocada.

¿Qué puede fallar?

Como en otros aspectos de la vida, estas motivaciones son normales y sanas hasta un cierto punto, pero se convierten en patológicas y en fuente de gran insatisfacción cuando la necesidad o el deseo se hacen desmedidos. La motivación de logro llevada al extremo suele derivar en ambición patológica; las necesidades exacerbadas de poder podrían convertir la frustración en agresividad o estados depresivos; la búsqueda excesiva de afiliación y de aprobación ajena podría estar en el origen de multitud de dependencias o de problemas relacionados con los celos entre otras dificultades.

Además, en la base de estas necesidades más intensas de lo deseable, siempre subyace un elemento común: la inseguridad en cualquiera de sus múltiples formas como perfeccionismo, necesidad excesiva de aprobación y reconocimiento por parte de los demás, falta de aceptación de los propios límites, inclinación a compararse constantemente con otras personas, etc.

Fuente : Canalsalud