La adopción

nino adoptadoLa adopción es una laternativa de tener hijos para parejas quienes no pueden tenerlos y de darle a un niño la posibilidad de tener una familia y de no privarse de esa gran felicidad que es crecer y sentir el amor de padre y madre.

En la adopción se jerarquiza y se da prioridad al bienestar del niño. Actualmente la adopción es considerada un tipo de cuidado del niño, una manera más de protegerlo y satisfacer sus necesidades.

Condiciones del adoptado y del adoptante

Actualmente cualquier niño que lo necesite se considera apto para la adopción. No quedan fuera de esta situación los discapacitados, ni los enfermos, ni los niños más grandes, ni huérfanos de otras razas generalmente sobrevivientes de guerras o de zonas pauperizadas.

Los padres adoptivos pueden ser solteros, parejas no legalizadas, parejas homosexuales y aún a personas con alguna afección mental que no se considere peligrosa.

Situación de adopción en los niños

No se pede negar que la condición de adopción significa cierta cantidad adicional de exigencias emocionales tanto para los niños como para sus familias. Por ejemplo, es habitual que el niño adoptado tenga como antecedentes factores biológicos y sociales desfavorables durante el embarazo y el parto y que las experiencias precoces previas a la adopción no sean las ideales. Asimismo, toda la vida deber enfrentar, con diferente intensidad y color emocional, el tema de su identidad.

La adopción es una situación que afecta a toda la familia. Reconocer las dificultades es el paso fundamental para su resolución. El resultado último del desarrollo del niño adoptado se relaciona de manera muy directa con lo positivo, continente y comprensivo que sea su entorno. Es por eso que se cree oportuno repasar juntos algunos fenómenos muy frecuentes tanto en los niños como en los padres que se enfrentan a la adopción: sus fantansías, sus temores, sus dudas y sus dolores, no porque desconozca las alegrías que también trae la adopción,sino porque se quiere aumentarlas.

Fantasías frecuentes en los niños adoptados

¿Porqué me dieron? Es una de las pregunatas más frecuentes que se hace un niño al ser adoptado. El origen básico de estos pensamientos es la necesidad de responderse a sí mismos una pregunta frecuentemente incontestable: ¿por qué me dieron en adopción? Las respuestas que los niños se dan a esta pregunta varían según la etapa del desarrollo, de su nivel de comprensión y de la información confiable que tengan. Generalmente, las respuestas ponen la "culpa" en factores que no dependen de los padres biológicos, sino en ellos mismos o en terceros.

Una de las ideas más frecuentes que encontramos es que existiría algo malo en ellos que explicaría el abandono de sus padres biológicos. A veces lo malo lo adjudican al sexo ("si hubiera sido varón no me hubieran dadoen adopción"), a algún defecto físico cuando existe, o a algún rasgo físico o de comportamiento ("yo era muy llorón"). Tener este tipo de pensamiento puede generar dificultades muy importantes en la elaboración del autoconcepto.

Otras fantasías tienen que ver con las características de su familia de origen: estas recorren una gama muy amplia que va desde la creencia de pertenecer a una familia jerárquica, real, hasta a una familia de enfermos mentales o de criminales. Sospechar estos pensamientos nos permite explorarlos y desmantelarlos y así poder iniciar el camino seguro hacia la disminución de sufrimientos innecesarios y a la modificación de algunos comportamientos o actitudes.

La adolescencia de los adoptados

Generalmente la adolescencia es difícil. Tantos cambios por fuera y por dentro, tantas novedades, tantas pérdidas. Uno de los procesos fundamentales de este período es lograr una sana y adecuada "separación" de los padres. Lograrlo con padres de carne y hueso ya es una tarea suficientemente difícil, pero los adolescentes adoptados deben sumar la complicada tarea de separarse también de una pareja de padres "fantasmas". Hay jóvenes adoptados que trasmiten la percepción interna de que aún cuando pudieron separarse adecuadamente de los padres adoptivos, les quedó la vivencia de que hay otros padres con los cuales el proceso no se ha cumplido.

Que debe decir, cuándo y cómo

No existe una manera de hacerlo que evite todo tipo de sufrimiento y dolor. Al informar que son adoptados se les esta informando que los padres biológicos los abandonaron y no hay metáfora que pueda aplacar esta realidad. Pero esta, como tantas otras realidades de la vida, debe ser enfrentada con claridad y honestidad si lo que quiere es superarla, trascenderla y lograr ser felices a pesar de ella. El apoyo, afecto y cualidad de la relación con los padres, es el antídoto necesario para lograrlo.

¿Cuándo empezar?

Cuanto antes, y de una manera sencilla y natural. Lo ideal es que desde siempre la condición de adoptado forme parte de la realidad de ese niño. Esto no significa que el bebé o si es un niño mas grande entienda totalmente lo que significa la adopción, ni que deba ponerse obsesivo y hablar del tema todo el tiempo. Debe enviar al niño el claro mensaje que esto no es algo de lo que no se puede hablar, que no es una vergüenza que deba ser ocultada.

¿Cómo?

Como debe hacerse con todas las cosas que se enseñan a los hijos, empieze por lo más simple y lo que está a su nivel de comprensión, siempre dejando la puerta abierta para seguir conversando al respecto. Esto no es algo que se dice, se cumple y nunca más se habla. Por el contrario, es un tema que va a estar presente siempre implícitamente y muy frecuentemente de manera explícita. Los padres adoptivos saben que más de una vez han tenido la creencia de que el niño quedó satisfecho y que ya sabe todo lo que hay para saber; y sin embargo en el momento menos pensado resurgen las preguntas y las dudas, como si necesitaran escuchar y procesar mil veces la misma información.

¿Qué es lo que necesitan saber?

A diferentes edades, los intereses y curiosidades varían. En la etapa pre-escolar, decirles que ellos fueron elegidos por sus padres combina muy bien con la etapa egocéntrica propia de esa edad. En el escolar sin embargo, esa es una explicación que no termina de convencerlos ni satisfacerlos. Ya entraron en la edad en que pueden entender cabalmente la condición de adopción. Su estilo de pensamiento ha adquirido otra lógica, pueden encadenar más eventos relacionados y tomar en cuenta más aspectos de una misma situación. Y la historia del niño elegido no satisface totalmente porque omite el abandono y necesitan más detalles y explicaciones, que ellos mismos pedirán. Con frecuencia se interesan fundamentalmente por detalles concretos.

También interrogan sobre las causas del abandono y no se conforman con cualquier respuesta. Muchas veces los padres, más allá de todo lo que se les moviliza con estas interrogantes, realmente no tienen respuestas para aquello que tanto preocupa a su hijo. Ayudarlo a pensar que muy probablemente situaciones de vida muy desfavorables hicieron que esos padres tomaran la determinación de no criarlo puede ayudar ya que esta respuesta seguramente se acerque mucho a la verdad y elimine la necesidad de imaginar otro tipo de motivos que pueden complicar el desarrollo del niño.

En esta etapa, con el aumento de interés y comprensión del tema puede producirse un aumento de la ansiedad y preocupación por la estabilidad de su permanencia en ese hogar, con estos padres. ¿No se repite el abandono? Una vez más, la calidad de la relación con los padres y el afecto continente de éstos calmarán con hechos y palabras la preocupación.

En la adolescencia pueden comenzar a interesarse por otras características más abstractas de los padres biológicos, por saber qué tipo de personas eran, si eran sanos, si eran honestos. En suma, crecer sabiendo que uno es adoptado no necesariamente lleva a problemas, pero sí implica un trabajo emocional extra. Adoptados y no adoptados tienen chances semejantes de experimentar las alegrías y las tristezas de la vida. Pero hay factores que se relacionan directamente con la adquisición de una identidad segura y de una autoimagen positiva en las personas adoptadas:

-la buena calidad de sus relaciones familiares
-la posibilidad de conocimiento de sus orígenes y de las circunstancias de su adopción
-la ausencia de discriminación social por ser adoptados

Fuente : www.americasalud.com