Relaciones humanas

relaciones humanasEntender las relaciones humanas nos llevarán a mejorar nuestro ambiente familiar, laboral y nos permite crear relaciones significativas. “El signo característico de está época, sin lugar a duda es la soledad, la inmensa soledad que nace en el hombre al saberse y sentirse solo dentro de la multitud y el vocerío... La soledad encierra dentro de sí una ansía de muerte, la angustia y un deseo irresistible de vida: el amor” Pablo Neruda.

Lo trágico de está época es la negación del amor; y es que no basta estar rodeado de personas, frecuentar lugares inmersos de gente, recibir cursos de relaciones humanas si uno no tiene amor, si la persona no abre su corazón y decide amar a los que le rodean independientemente de la proximidad, de los intereses, de sus valores, muy pobres serán sus relaciones humanas pues raramente serán significativas porque para saber relacionarse la clave está en el amor propio y sino existe como se podrá relacionar.

¿Qué son las relaciones humanas?

Las relaciones humanas se ocupan de la habilidad de llevarse bien con las personas y de crear relaciones significativas. Esta habilidad es importante ya que afectan todos los medios en los que la persona se desenvuelve: su vida familiar, escolar, social, de trabajo, etc.

Cada día tomamos parte en actividades de relaciones humanas. Estas, significan mucho más que hablar con los demás. Comprenden todas las formas de comunicación; por ejemplo: escribir una carta, al hacer un movimiento con las manos, los ojos o el cuerpo, cuando leemos un libro, etc. Desde que se inicia un nuevo día estamos en contacto con el relacionarnos el caminar, el hablar, el sentir en fin 24 horas del día en constante relación con todo lo que nos rodea.

La habilidad del aprender a relacionarse se puede adquirir o mejorar en cursos y talleres, pero sobre todo en la lucha constante de ser una mejor persona desde el interior del corazón para poder ofrecerles a los demás un gran contenido que llene a la persona interior porque sino no se está seguro del querer relacionarse con los demás de una manera libre de apegos y desconfianza es mejor no interactuar.

El proceso de las relaciones humanas es una fuerza activa que lleva a la creación de relaciones agradables o desagradables. Relaciones humanas defectuosas ocasionan divorcios, fracasos de negocios, frustraciones, inseguridades, etc.

El hombre es un ser social por naturaleza; sea cual fuere la diversidad de las concepciones que se tengan del hombre, lo cierto es que el hombre es un ser social por naturaleza, desde la concepción y no sólo los primeros años de vida.. y es que es una realidad que unos necesitamos de otros, no podríamos vivir solos.

La persona humana es mucho más que un ser lleno de necesidades, el ser humano es esencialmente comunicativo por lo que está llamado a compartirse y dejarse compartir por los demás. Todo ser personal tiende esencialmente a la entrega y a la participación, de forma que el ser personal está ordenado por esencia al tú y a la sociedad. La meta es el recíproco dar y participar en los valores personales y por eso en las diversas estructuras sociales se determina su propia esencia, según la especie de los valores personales que en ellas intervienen; por ejemplo: el matrimonio, la amistad, etc.
Relacionarse es amar

Pero se debe tener claro que el poder de relación no es esencialmente un conjunto de cualidades externas como la amabilidad, jovialidad, facilidad de palabra (detalles que podemos aprender y debemos afinar), ni es solo el fruto de cualidades interiores como la sensibilidad, compostura, atención. La facilidad en las relaciones se beneficia de esas cualidades que son solo el campo fértil para un auténtico encuentro, un encuentro de dos o más personas, de dos o más almas hasta lo más radical de su ser.
 
Solo podremos establecer adecuadas y extraordinarias relaciones humanas si abrimos nuestro corazón y permitimos el paso de la humildad, virtud que hay que cultivar en nosotros para poder ver nuestra grandeza y la grandeza de los demás, dejarnos inundar del amor y procurar el bien de los que nos rodean; relacionarse con otro no solo es hablarle, es mirarle, descubrirle, aceptarle, amarle y salvarle...

“Vale la pena cada espina, cada rosa, cada lágrima que riega lo que florecerá en sonrisa, porque la vida es maravillosa por ella misma; no importan las penas, no importa el desamor, porque pasa... todo pasa y el sol vuelve a brillar”. Anónimo.

Fuente : Encuentra/Ma. del Rosario G. Prieto