Siento gozo por la joya interna que es mi corazón, el cual tiene su fuente en la difusión de luz que nunca se apaga: mi resplandor interno. Contrario a la felicidad, que puede ir y venir dependiendo de las circunstancias, mi gozo interno resplandece constantemente desde mi corazón.

Una joya demuestra su belleza mediante un número aparentemente infinito de facetas. Del mismo modo, no existe límite para cómo yo puedo demostrar el gozo interno. Toda circunstancia en la vida me ofrece una oportunidad para sentir una satisfacción más profunda en el alma. Activo y expreso esa luz en cualquier momento que elija. Sí, el gozo es mi decisión. Permito que su luz resplandezca como una mayor expresión de la bondad de Dios.

Juan 17:13 Pero ahora voy a ti; y hablo de esto en el mundo, para que mi gozo se cumpla en ellos mismos.