Si me llego a sentir preocupado por los seres queridos que están lejos de mí, recuerdo que el amor protector de Dios está siempre con ellos, donde quiera que vayan. Ya sea en el trabajo, descansando en su hogar o de viaje a destinos cercanos o lejanos, quienes amo nunca están solos. Tener esto presente me mantiene sereno.

Tengo fe en que ellos prestan atención a su voz interna, siguen su guía y toman decisiones sabias. Confío en que, mediante la gracia de Dios, conocerán personas que los apoyen y tendrán oportunidades para prosperar y progresar. En paz y con gratitud, oro por la continua protección divina de mis seres queridos.

La presencia de Dios en ellos guía sus pasos, y estará con ellos todos sus días.